El ser humano está lleno de creatividad. Con el pasar de los años hemos construido miles de estructuras para satisfacer o cumplir con las necesidades de cada comunidad. Es emocionante ver cómo las ideas de los arquitectos se hacen realidad y ayudan a mejorar nuestro entorno. Sin embargo, es importante reconocer que no todas las decisiones que se toman a la hora de construir benefician nuestro planeta.
Un ejemplo notable son las Termas de Vals en Suiza. En este proyecto, el arquitecto Peter Zumthor creó el espacio ideal para que los visitantes del hotel puedan tener un lugar para relajarse. La estructura está dividida en diferentes secciones y cada pieza es escencial para que los visitantes tengan una experiencia excepcional. Me llamó la atención el hecho de que el espacio está parcialmente integrado con la naturaleza. Sin duda alguna, los detalles visuales que ofrece este espacio son únicos.
Otro lugar que me dejó impresionado fue el Pompidou Centre en Francia. Es evidente cómo los arquitectos a cargo de este proyecto aprovecharon el espacio al máximo. Ver una estructura que sobrepasa a los edificios de su alrededor por casi el doblre del tamaño es realmente impactante. Además de esto, me impresionó cómo no solamente aprovecharon el espacio del exterior, sino cómo diseñaron la estructura de forma que cada nivel tuviera su espacio abierto y libre. Esto debido a que las escaleras no ocupan espacio dentro del edificio, sino que están por la parte de afuera del mismo.
Los humanos hemos tenido la capacidad de evolucionar y crear ideas nuevas que ayudan a transformar el planeta. Sin embargo, muchas veces creamos, sin pensar el impacto que esto tendrá sobre el planeta. Diariamente, la naturaleza y aspectos climatológicos son un desafío para los arquitectos. Aunque este es un aspecto muy importante en la mayoría de los proyectos, lamentablemente, no siempre se le da la debida importancia. Al ver el documental “e^2 design”, me sorprendió la gran cantidad de opciones propuestas como ejemplo para reducir el uso excesivo de energía. También me impactó la pregunta que hizo uno de los arquitectos sobre si realmente era nuestra intención causar el daño que hemos causado. Esta pregunta nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad de proteger el planeta.
En conclusión, la creatividad del ser humano ha sido capaz de crear estructuras impresionantes que cumplen con las diversas necesidades de nuestras comunidades. En ambos de los espacios presentados como ejemplo, se ve cómo los arquitectos a cargo de los proyectos aprovechan al máximo sus respectivos espacios. Durante el proceso de construcción es crucial tomar en cuenta el impacto ambiental de las decisiones tomadas, es decir, nuestra creatividad debe ir acompañada de la responsabilidad de no dañar el planeta.
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